La Tierra es única. Día Mundial del Medio Ambiente.
La Asamblea General de la ONU designó el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente en 1972, marcando el primer día de la histórica Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano. Otra resolución adoptada el mismo día, dio lugar a la creación del PNUMA, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Dos años más tarde, el Día se celebró por primera vez con el lema «La Tierra es única».
En los años 1970 y 1980, el Día ayudó al PNUMA a crear conciencia y generar un impulso político en torno a las crecientes preocupaciones medioambientales como el agotamiento de la capa de ozono, los productos químicos tóxicos, la desertificación, la degradación del agua y el aire o el calentamiento global.
Esta preocupación viene de mucho más atrás, desde que el hombre tiene conciencia de interaccionar con el medio en el que vive y quiere protegerlo por interés propio, manteniendo una visión a largo plazo para su propia especie, es decir más concretamente para que sus propios descendientes tengan recursos suficientes y naturales sin degradación, es decir manteniéndose como especie o población, según sea la escala, con un Desarrollo Sostenible.
Ha habido siempre otras corrientes, economías y políticas que han convivido con ésta, manteniendo una visión más a corto plazo preocupándose en mayor medida de la producción instantánea y crecimiento económico, sin tomar conciencia sobre unos recursos finitos y limitados que utiliza y necesitarán también las generaciones venideras.
El jefe Seattle, de la tribu Suwamish, en su carta de 1.854 en respuesta al presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, a su oferta para comprarle los territorios del noroeste del país, hablaba ya de estas dos corrientes cuando hablaba sobre la contaminación de los ríos o del aire, o de la matanza de búfalos pudriéndose en la planicie abatidos desde un tren por el hombre blanco frente al respeto a los ríos, los animales y la tierra donde ellos habitaban.
El jefe indio, más allá del propio interés del hombre incluyendo el respeto a la Madre Tierra, ya hablaba así de Desarrollo Sostenible:
“Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos”.
Movidos por la existencia de esta dualidad y por las crecientes preocupaciones medioambientales a nivel mundial, desde las Naciones Unidas, se ha puesto en marcha recientemente la esperanzadora Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que fue adoptada en su seno por los líderes mundiales en septiembre del 2.015 y aunque no se encontrara entre sus firmantes, estamos seguros que el jefe Suwamish habría promovido.
La nueva Agenda insta a los países a iniciar esfuerzos para lograr 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en los próximos 15 años con el fin de construir un mundo más justo y equitativo y velar por la conservación del medio ambiente:
- Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
- Objetivo 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
- Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
- Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
- Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
- Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
- Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.
- Objetivo 8: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.
- Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.
- Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países.
- Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
- Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
- Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
- Objetivo 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
- Objetivo 15: Promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica.
- Objetivo 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
- Objetivo 17: Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, es esperanzadora, pero a la vez constituye en su conjunto posiblemente el más ambicioso y mayor reto que la humanidad haya tenido delante. Como ya escribimos hace unos meses hablando sobre la consecución del sexto objetivo (Blog Ritasa: «Dia Mundial del Agua» 22/03/2016), cualquier avance no conformista será importante y el esfuerzo habrá merecido la pena.
«Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales”, señalaron los Estados en la resolución.»