RITASA cumple 40 años

Esta semana, nos complace compartir que RITASA cumple 40 años de vida profesional en los que como no podía ser de otra manera, hemos pasado por muchas situaciones en las que hemos puesto el mayor esfuerzo para lograr los objetivos.

Cumplir cuatro décadas, no ha sido tarea fácil, ha sido un camino largo en el que nos hemos ido adaptando a los cambios de la sociedad en general y especialmente del sector.

Al principio, hace 40 años no había una cultura del tratamiento del agua a nivel doméstico salvo zonas muy determinadas, y poca a nivel industrial e incluso a nivel de ingeniería, el agua era un bien por el que se pagaba y por tanto, con pleno derecho de uso, al entrar por la acometida ya tratada por la compañía gestora.

Los tiempos han cambiado y hoy en día, no hay un edificio de uso colectivo que no tenga en cuenta el agua de entrada y su tratamiento para su destino al consumo humano, calentamiento y destino a la higiene, vehiculizando energía para climatización tanto para producir calor o frío, protección contra incendios, diversos usos de ocio y disfrute como spas y piscinas, incluso recirculación de agua para aprovechamientos en segundos usos dentro del mismo edificio. Todos estos usos requieren actualmente diferentes tratamientos de agua en el edificio que la usa, no basta con el derecho adquirido por el pago a la compañía gestora o distribuidora.

Y qué decir de la industria, que reaccionó antes del mismo modo internalizando el recurso como una fase más y adaptando el agua a todos sus procesos, ganando calidad del producto, ahorros energéticos y económicos, precisamente por realizar tratamientos de agua selectivos. El tratamiento de agua producía beneficios aumentando la eficiencia de los procesos industriales.

Además, el reto social y medioambiental del ahorro de agua hace necesario el control del consumo para hacer frente a procesos naturales que hace cincuenta años solo se tenían en cuenta a nivel global o continental, y no tanto de forma parcial e individualizada como la desertización, la erosión, la pérdida de calidad del recurso o el cambio climático, que hoy en día llega a niveles mucho más concretos, nacionales, sectoriales o particulares.

La Comisión Europea aprobó el 16 de diciembre de 2020 una nueva norma, la Directiva (UE) 2020/2184 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2020, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, que tiene por objeto proteger la salud de las personas de los efectos adversos derivados de cualquier tipo de contaminación de las aguas de consumo, garantizando su salubridad y limpieza, y mejorar el acceso a las aguas de consumo.

Las administración nacional y acto seguido las autonómicas, no se ha quedado atrás y hoy contamos con numerosa reglamentación para el uso del agua: Real Decreto 03/2023  por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro, Real Decreto 487/2022,  por el que se establecen los requisitos sanitarios para la prevención y el control de la legionelosis o Real Decreto 1085/2024, por el que se aprueba el Reglamento de reutilización del agua, son tres claros ejemplos entre las normas más recientes.

El sector empresarial del agua también ha reaccionado a los cambios adoptando medidas de formación y profesionalización en la misma dirección que la sociedad demanda y que la reglamentación exige, mayor investigación y desarrollo, adaptación a las nuevas tecnologías y digitalización, desarrollo tecnológico y participando a su vez en diversas asociaciones profesionales para defender y aunar esfuerzos conjuntos dentro del sector.

Desde RITASA, hemos recorrido este largo periodo participando en números proyectos que nos han ido dando la experiencia para seguir aprendiendo, ampliando cometidos y nuestro ofrecimiento a todos los clientes, con el objetivo principal de hacer más sencillo y eficiente el proceso en el que interviene el agua. La calidad del agua y su adaptación al uso que se le quiere dar ha sido nuestro principal reto.

Tras la adaptación de la calidad de agua a su destino y uso, tenemos que hacer especial mención al trabajo especializado en Sanidad Ambiental que hemos ido incorporando desde las legislaciones anteriores, y en el que nos hemos ido especializado y capacitado a nuestro personal, para la disminución de riegos microbiológicos en las instalaciones de probabilidad de proliferación de la legionelosis y en las instalaciones de probabilidad de contaminación de agua de consumo humano.

El camino no acaba aquí, continúa con nuevos objetivos que tenemos que afrontar desde nuestro papel en el sector y en la sociedad. Son importantes la adaptación a las nuevas leyes en nuestro desarrollo profesional, la formación continua a nuestro personal y la propia captación de nuevo talento para incorporar a nuestros equipos, que afrontamos con nuevas metas para conseguirlos.

No menos importante, es el ámbito socioeconómico actual con el que tenemos que capear todas las empresas, con un aumento de costes energéticos y materiales, aumento de costes laborales y presumiblemente reducción de la jornada laboral, aumento de la carga fiscal que unidos a los objetivos anteriores, condicionan la competitividad empresarial y en definitiva, el crecimiento.

Nos encontramos por tanto, en una nueva página de este relato, con un nuevo entorno, nuevas amenazas y debilidades, pero también con nuestros puntos fuertes y nuevas oportunidades que nos ayuden a superarlas en este difícil, ambicioso proyecto de continuidad y a la vez lleno de ilusiones y expectativas.

Desde estas líneas queremos agradecer en primer lugar, a todos los que en algún momento han formado parte de nuestro equipo de trabajo en estos cuarenta años y por supuesto, a los que siguen hoy en la batalla dedicando su profesión a la empresa, especial y cariñoso recuerdo de los que ya no están entre nosotros y sinceramente, a todos los que de alguna u otra manera han contribuido al crecimiento de RITASA y al mantenimiento de este recorrido de 40 años, a clientes, colaboradores, proveedores, fabricantes, asociaciones profesionales, administraciones y competidores, principalmente.

Muchas gracias a todos. Por otros cuarenta años.