Importancia del Mantenimiento Preventivo
Las averías inesperadas son siempre tediosas e inoportunas, que nos obligan a detener nuestro proceso industrial o abastecernos de agua de otra procedencia enfrentándonos a costes no programados.
Desde RITASA entendemos que el servicio no debe acabar con la entrega de una instalación o el suministro de un equipo de tratamiento de agua, pretendemos que su utilización sea duradera y acorde con las razones para lo que se instaló.
Ofrecer un Servicio de Mantenimiento Preventivo a medida, acordado con los clientes en función del alcance y equipos a controlar dándole el apoyo y formación necesarios para su operatividad, reduce el riesgo de averías y alarga la vida útil de los equipos e instalaciones.
Este servicio, debería basarse en Control y Planificación, es decir, al menos en controlar el funcionamiento de los equipos, planificar y sustituir repuestos, vigilar procesos y automatismos, calibrar equipos de medida, controlar la dosificación de productos, y en su caso diagnosticar y reparar equipos, representando una correcta puesta a punto periódica que disminuya el riesgo de averías.
El mantenimiento preventivo es un beneficio para el usuario, que optimiza el funcionamiento de una planta y su amortización, siempre y cuando se efectúe con personal cualificado en cada parcela, el mantenimiento generalista no permite bajar a quien lo desarrolla, en el grado de detalle necesario y nos llevará a perder previsión en el proceso, lo que a medio plazo desencadenará en un mayor coste para el industrial o usuario.
Nuestra experiencia nos ha hecho ver, que la falta de una inversión en este concepto preventivo o la contratación de personal inexperto o mantenimientos generalistas, que se ocupen de diferentes parcelas, tan dispares como calidad de aire, tratamiento y calidad de agua, limpieza, climatización, instalaciones mecánicas, eléctricas, calderas, contraincendios, pintura de inmuebles y suelos, ascensores, carpintería, informática, vigilancia etc etc, que a corto plazo podría verse como más económico, redunda a medio plazo, en el deterioro progresivo, que elevará los costes de mantenimiento y otros costes derivados influyendo en el proceso industrial o producto final, cuando no acaba por el abandono total de la planta de tratamiento de agua.
Recurriendo a nuestro refranero popular estaría bien decir aquí : «¡Zapatero! A tus zapatos».